"Thank you for
you love"
Autora: Sakura
Pareja: Yamajima
Género: Yaoi, Romance
Extensión: OneShot
Nota: Hola tiempo sin dejar un fic, ja ja ja en fin este fic lo tenia programado para el 14 de febrero pero bueno cuando llego el dia no llevaba ni la mitad asi qee por eso tarde XD jaja :7 pero bueno ahora que si ya esta terminado lo subo, como sabran es Yamajima **no puedo evitarlo sigo amando el yamajima- pero tambien ya amo el Yamachii TwT xD, el siguiente fic sera un Yamachii y luego un
Takachii. Por cierto amo Chinen Yuri <3 mi ardillita hermosa ! nosotras tus fans siempre estaremos apoyandote lo digo por lo que sucedio en el concierto, ayer me entere y juro que estaba muriendo de la rabia, y llore por el como puede haber fans asi :7 en fin se se va-- aqui esta el fic espero les gusta <3
Dejar de creer en algo que un día fue su felicidad, su
sueño, su anhelo, aquella ilusión que tuvo desde que comenzó ese pequeño
palpitar en su corazón, era la alegría de su vida, era lo único que importaba
en su mundo. Solo él era por lo que sonreía día a día, pero como siempre no
todo es perfecto y viene lo peor de este sentimiento llamado “amor"... el
engaño acompañado de sufrimiento.
-2 AÑOS ATRÁS- 14 de
febrero-
Mantenía su mirada en aquella persona que lo miraba con
temor, y arrepentimiento.
-Ryosuke... no es lo que parece…
-Cállate! No vuelvas a mencionar mi nombre, y deja de mentir
algo que vi con mis propios ojos.
Basta de mentiras al menos se honesto una vez
en tu vida y acepta que me has estado engañando todo este maldito tiempo.
Dijo Yamada manteniendo aquella fría mirada sobre el pelicastaño.
-Todo tiene una explicación, dame un oportunidad por favor..
Pidió aquel chico al borde del llanto.
-¿Oportunidad a ti? no me hagas reír Daiki, porque no solo
me dices que mientras yo te di todo mi amor, tú te revolcabas con otro. No
entiendo porque me hiciste esto, ¿qué te hice para merecer esto? no lo
entiendo, siempre trate de darte todo mi amor, mi vida, te regale mis sueños e ilusiones!
y tú solo jugaste con ellos sin importarte mi sentir!! Te odio Arioka! jamás te
atrevas acercarte nuevamente a mi o juro que te matare.
Su voz comenzaba a quebrarse, no podía seguir allí o se desplomaría
allí mismo, empuño sus manos arrojando aquel pequeño obsequio que llevaba para
esa persona que hasta hace unos momentos había sido el dueño de su vida, lanzo
aquel obsequio al suelo dando media vuelta y salió corriendo de aquel horrible
lugar, sus lágrimas bajaban sin desear detenerse, y de un momento a otro su
mundo se derrumbó.
Desde ese momento Yamada decidió cerrar su corazón a todo lo
relacionado con el amor, se concentraría en su trabajo y nada más. Solo sería
el famoso cantante y modelo Japonés Yamada Ryosuke, el que sus fans admiraban,
y ahora solo por eso se iba a preocupar, en dar lo mejor de sí mismo. No
volvería a querer a nadie, ni mucho menos dejaría que intentaran lastimarlo
otra vez.
Desde aquel incidente habían pasado dos años rápidamente,
todo para el había cambiado ya no era el mismo chico sonriente y cariñoso que solía
ser antes, se había encerrado en su mundo alejándose de todos por completo. Había
decidido irse lejos por unos años a trabajar a otras empresas en el extranjero,
para tratar de olvidar lo sucedido y así fue logrando su mayor objetivo.
-Actualmente-
Después de dos largos años fuera de su país, por fin
regresaba nuevamente, había logrado mucho éxito haciéndose cada vez más famoso.
Miraba por la ventanilla de aquella lujosa limosina, con la
mirada perdida pensando en cómo era su vida antes de marchar.
-Yamada-kun, me alegra que hayas regresado a nuestra
empresa, sabes que sigues siendo el número 1, apenas dimos la noticia de que
regresaste y darás un concierto para celebrar, y todas las entradas se
agotaron.
-Es bueno saber eso, al menos sé que mi esfuerzo dio
resultado.
Contesto con normalidad sin dejar de observar por la
ventana, no había emoción ni mucho menos se sorprendía.
Su managger lo miro extrañado, Yamada no solía ser así,
antes de que se fuera era todo lo contrario, siempre andaba alegre, sonreía por
todo, era hiperactivo en ocasiones, incluso se podía sentir esa esa emoción con
lo que hacía su trabajo, esa pasión, amor pero más que nada se entregaba por
completo a lo que hacía, sin en cambio ahora parecía un chico que carecía de
emociones, inclusive parecía frio en sus palabras. Es verdad ni siquiera sabían
porque Yamada había decidido irse sin despedirse de nadie, solo un día se marchó,
dejando su puesto temporalmente. Nadie sabía nada de él, hasta ahora, que había
regresado sorprendiendo a todos, pues realmente se había esforzado y ahora había
alcanzado una gran fama por varios países.
Pensó el Managger echándole un último vistazo a Yamada quien
seguía con su mirada perdida hacia la ventana.
Por fin después de varios minutos de camino llegaron a su
destino, ambos bajaron para así entrar aquella gran empresa.
Al momento de entrar fue recibido nuevamente por todos los
que antes trabajan con él.
-Bienvenido Yamada-kun, me alegro que hayas decidido volver
a nuestra empresa, haremos que vuelvas a tomar tu puesto como el número 1.
Dijo el su anterior jefe, Naoya-san
Yamada fingió una sonrisa, haciendo una leve reverencia.
-Eso es lo que más espero.
-por cierto quería avisarte que tenemos nuevo fotógrafo.
-valla, así que han cambiado a Hiroshi.
-sí, tuvo que irse por asuntos personales, pero no hay de qué
preocuparse ayer llego el chico que será tu nuevo fotógrafo, es un profesional
en esto.
-Eso espero, si es profesional entonces no habrá problema.
Respondió Yamada con indiferencia.
-Bueno Yamada, es mejor que vayas a cambiarte tendremos una
sesión de fotos para la publicidad de tu concierto de bienvenida, que será más
que un éxito.
Yamada fingió una sonrisa, enseguida se giró marchándose a
los vestuarios a cambiarse de ropa.
Mientras tanto en el estudio arreglaban todo para la sesión
de Fotos, andaban de aquí para allá para que todo fuera perfecto.
-¿Y el fotógrafo aun no llega?
Pregunto el managger de Yamada, con preocupación.
-No ha llegado, se supone ya debería estar aquí.
Respondió una de las trabajadoras.
Después de unos minutos Yamada se encontraba listo, se acomodó
un poco el cabello y salió.
-estoy listo, comencemos.
Dijo Yamada acercándose al lugar de sesión.
-Ahora lo malo es que aún no ha llegado el fotógrafo.
-Ah? Como que no ha llegado, no se supone que es
profesional? si es incumplido en el horario, seguramente será fatal en su
trabajo.
Bufo Yamada con molestia.
-Le aseguro que está equivocado.
Interrumpió entrando al estudio un agitado chico, al parecer
había llegado corriendo.
-Lo siento, tuve un problema y se me hizo tarde.
Se reverencio tratando de regular su respiración, Yamada lo
miro con molestia.
-Espero no vuelva a suceder, Joven Nakajima… bueno le
presento a nuestra estrella, su nombre es
Yamada Ryosuke y desde hoy
comenzaremos a trabajar con él.
Indico el jefe de producción, Nakajima le sonrió haciendo
una pequeña reverencia.
-Mucho Gusto Yamada- san, mi nombre es Nakajima Yuto, he
oído hablar mucho de usted es un honor conocerlo en persona, y trabajar con
usted espero que hagamos un buen trabajo.
-eso espero, solo a la otra no llegues tarde, no me gusta
esperar.
Respondió Yamada con indiferencia, sin decir más se dio
media vuelta y se marchó al lugar de la sesión.
Yuto se quedó por un momento extrañado por la forma de
hablar del mayor, no parecía como le habían contado los trabajadores, al
contrario al parecer había sido grosero o quizá se había equivocado.
Naoya-san le dio dos palmaditas en su espalda.
-no te preocupes, a veces suele ser así, pero te aseguro que
es un adorable chico, solo hay que conocerlo mas.
-sí, eso espero.
Le sonrió Yuto, enseguida se dirigió a su puesto con su cámara
en manos, era hora de comenzar con las fotos.
Así Yuto enfoco a Yamada quien tenía la mirada perdida, que
tanto era lo que pasaba por la cabeza del mayor, no lo sabía pero lucia lindo
hasta distraído, sonrió y comenzó con la sesión.
Yuto indicaba a Yamada
las poses que tenía que hacer, los gestos, todo para que las fotos quedaran
perfectas. Así después de 2 largas horas de trabajo por fin dio por terminado.
-Buen trabajo a todos-
Grito el jefe Naoya, mientras todos aplaudían, Yamada se
puso de pie haciendo una corta reverencia.
Yuto solo sonrió aplaudiendo también.
Después de eso Yamada se dispuso a marchar a cambiarse de
ropa, mientras tanto Yuto fue llamado por el Naoya-san. Ambos checaban las
fotos recién tomadas, eligiendo las mejores.
-No se siento que les falta algo.
Agrego Yuto pensativo, mirando cada una de las expresiones
en las fotos de Yamada.
-¿Enserio lo crees? yo siento que son perfectas!
Dijo el Naoya-san, Yuto las miraba una y otra vez, pero sentía
que les faltaba algo, quizá algo de brillo en sus ojos, un poco más de
sentimiento en cada foto, carecían de emociones.
-hmmm...
-¿Así que no te gustan? ¿Porque? acaso estas diciendo que un
modelo y profesional como yo no está haciendo bien su trabajo, o será que
nuestro nuevo Fotógrafo es un desastre en esto.
Dijo Yamada con molestia, acercándose a donde se encontraba
Yuto y Naoya-san, al parecer había escuchado el comentario del alto.
-no, no… yo no quise decir eso..
Trato de justificarse Yuto, Yamada lo miro con fastidio.
-Naoya-san, quiero otro fotógrafo, porque si no es así ya no
trabajare para ustedes!
Y sin decir más se dio media vuelta y se marchó a su
camerino.
-Nakajima-kun, a veces es mejor guardarse sus comentarios,
sin en cambio le daré la oportunidad de que valla a disculparse con Yamada-kun,
solo de esa forma mantendrá su trabajo.
Así Naoya-san se dirigió a su estudio, dejando a Yuto.
-Y ahora que hago, maldición!
Susurro Yuto mirando por donde se había alejado Yamada, sin
otra opción se dirigió a él, camerino del mayor, después de tanto pensar por
fin se decidió a tocar, pero como no hubo respuesta, abrió la puerta entrando
por completo. Encontrando al mayor semidesnudo, quien lo miro sorprendido molestándose
al instante.
-QUE HACES AQUI!!! Y PORQUE ENTRAS SIN TOCAR!
Le grito Yamada furioso, Yuto no sabía que decir pero definitivamente
odiaba que le gritaran así que se acercó rápidamente al mayor, tapándole la
boca con su mano.
-Antes de gritar déjame hablar, por favor.... yo solo...
-Quítate pervertido!!
Se zafó Yamada gritándole a Yuto, quien sin aguantar más se acercó
al bajito tomándolo por ambas manos, retrancándolo a la pared apresándolo
contra su cuerpo, ocasionando que Yamada se callara.
-Te dije que no lo hice apropósito, no soy pervertido, y solo
vine hablar contigo sobre lo de hace un rato, así que me escuchas o no te
soltare y tendré que llegar más lejos.
Le dijo Yuto con molestia, Yamada solo desvió la mirada con fastidio, no soportaba
que alguien lo tratara así y mucho menos un empleado.
-suéltame, y dime lo que tengas que decir!
Respondió Yamada un poco más calmado.
-Gracias por escuchar, ahora solo quiero decirle que me
perdone por lo de hace un rato, nunca quise faltarle al respeto, solo di mi
punto de vista eso es todo.
-¿Tu punto de vista? pero si solo eres un empleado, tu opinión
a nadie le importa! el que no sepas hacer bien tu trabajo, no tiene nada que
ver conmigo.
Refunfuño Yamada con fastidió.
-No tiene derecho a decir algo que no sabe, soy profesional
y me he esforzado mucho.
-para mi eres un inútil, que le echa la culpa a los demás
por no hacer bien tu trabajo
Bufo Yamada con burla, Yuto no lo soporto y sabía que quizá
iba a perder el trabajo pero no soportaba más a Yamada, nunca pensó que sería tan
insoportable, definitivamente había cambiado su forma de pensar sobre él, no
era nada parecido a lo que los trabajadores habían contado de él.
-Que su sonrisa sea falsa no es mi problema, quizá la cámara
no la detecta pero yo sí, que carezca de emociones no es mi problema, y otra
cosa más, que muestre ser lo que no es, es lo que más odio, pensé que usted era
diferente pero eres igual, y sabes que me largo no quiero trabajar con alguien
tan falso como tú.
Dijo Yuto enojado, Yamada lo miro atónito era la primera vez
que alguien le decía todo eso. Yuto se giró saliendo del camerino de Yamada,
este solo sonrió burlonamente.
-Parece que tendré algo con que divertirme, tu peor martirio
será soportarme, me vengare de ti por hablarme de esa forma, Estúpido Nakajima!
no sabes nada de mí!
Yamada tomo su celular y marco rápidamente a Naoya-san.
-Moshi, moshi –Se escuchó del otro lado de la línea-
-no quiero que despidas a Nakajima-kun, lo he pensado bien y
yo tuve la culpa, así que haz todo lo que puedas pero quiero que él sea mi fotógrafo.
Pidió con esa voz suplicante, escuchándose del otro lado de
la línea un pesado suspiro.
-... Me alegra que lo hayas recapacitado, Nakajima es uno de
nuestros mejores fotógrafos, así que espero no volver a tener problemas entre
ustedes dos.
-Así será, Gracias.
Y así fue como Yamada finalizo la llamada, dibujando en su
rostro una sonrisa llena de malicia, tendría que armar un gran plan para acabar
con Nakajima, nadie absolutamente nadie tenía derecho a decirle falso y mucho menos
cuando no lo conocían, ni sabían por qué había cambiado su forma de ser.
Yuto caminaba de regreso a casa aun no entendía bien lo que había
sucedido hace unos instantes, se había gritoneado con la superestrella, el gran
Yamada Ryosuke y realmente quería renunciar, pero Naoya-san no lo dejo,
realmente no entendía que había sucedido, de lo que si estaba seguro era que
Yamada estaba detrás de todo eso.
Saco un pesado suspiro tomando asiento, en una banca que se
encontraba bajo un árbol dentro de la misma empresa.
-¿Hola?
-¿eh?..
Yuto alzo la mirada topándose con los penetrantes de un
chico, de rostro demasiado angelical.
-¿Te puedo ayudar en algo?
Pregunto Yuto desconcertado por la presencia de aquel chico.
-Tú, ¿trabajas para esta empresa?
-sí, ¿porque?
-Es que me gustaría saber si Yamada Ryosuke, en verdad ya está
aquí...
-¿Quién eres? y porque quieres saber sobre él.
Pregunto Yuto antes de dar una respuesta, no podía dar información
a cualquier extraño.
-Soy Daiki Arioka, un amigo de Ryosuke, pero hace mucho que
no se de él, por eso me gustaría saber si es verdad que ya regreso, quería
darle la bienvenida.
Respondió Daiki con una sonrisa, Yuto lo pensó un poco, pero
supuso que no estaba mintiendo así que le sonrió y respondió.
-claro, acaba de llegar hace unas horas, me parece que ya se
fue a casa, pero mañana temprano tenemos una sesión.
-A no te preocupes, solo necesitaba confirmar que ya había
regresado, gracias por la información emm…
-Nakajima Yuto.
Interrumpió Yuto con una sonrisa.
-Muchas gracias Nakajima-kun, nos vemos.
Y así después de despedirse, se dio media vuelta y se marchó.
Yuto también se puso de pie y se retiró a casa, ya que
mañana tenía que levantarse temprano para la sesión de Yamada.
Al día siguiente llego corriendo, nuevamente se le había hecho
tarde, si seguía así definitivamente iba hacer despedido, por fin después de
haber corrido por más de 15 minutos logro llegar, entro lo más rápido que pudo,
iba llegar justo a la hora de no ser porque algo, o mejor dicho alguien llamo
su atención, era Yamada estaba justo frente a él, platicando junto con otro
chico, si no estaba mal era el chico de ayer, Daiki.
Iba a pasar a un lado de él, pensando que no iba a ser
notado, pero justo al pasar a un lado de Ryosuke este lo detuvo jalándolo del brazo,
se iba a soltar de no ser porque vio algo que nunca imagino, Ryosuke estaba
llorando.
-No vuelvas a buscarme, pensé que te lo había dejado bien
claro, lo nuestro ya fue hace mucho!!
Le grito Ryosuke a Daiki, Yuto solo observaba aun sin
entender nada y porque el bajito lo jalo de esa forma y lo peor es que no lo
soltaba.
-pero Yama-chan yo en verdad me arrepiento de todo lo que hice
aquel día... yo aún…
Pido Daiki al borde del llanto.
-ya basta! no quiero saber nada de ti, vete…
-yo...
Iba a decir algo Yuto pero fue callado por Yamada.
-Yo te he olvidado, ahora tengo alguien más en mi vida, así
que ¡vete!
Exclamo Yamada con la voz a punto de quebrarse y sin que
Yuto se lo esperara, Yamada lo beso, dejando a un completo Yuto en shock, Daiki
miro todo esto con dolor, sabía que el había tenido la culpa de todo, pero pensó
que quizá podía recuperar a Yamada pero era obvio que no, Yamada amaba alguien más.
Sin decir más se giró y salió corriendo.
Yamada se separó de Yuto quien aún no salía de ese estado.
-Olvida lo que acaba de pasar, fue para alejar a esa persona
de mi vida.
Le dijo Yamada en un hilo de voz, Yuto no dijo nada, había
sido utilizado por el bajito, sin en cambio no estaba enfadado, no cuando veía
a Ryosuke al punto de derrumbarse.
-No se preocupe, lo sé... pero ¿estás bien?
Pregunto Yuto preocupado, Yamada solo asintió y sin decir más
se retiró, dejándolo solo.
Yuto toco suavemente la comisura de sus labios, sintiendo
aun esa sensación de tener los labios de Ryosuke sobre los suyos, no entendía
porque su corazón latía deprisa.
-Ah!!!!! Ese fue mi primer beso!!!
Grito Yuto, ruborizándose al instante.
-creo que mejor olvido esto, y me pongo a trabajar.
Murmuro para sí mismo, retomando su camino al lugar de
trabajo.
Fue regañado por su jefe, disculpándose nuevamente, pensando
que tal vez Ryosuke lo apoyaría, pero el castaño estaba metido en su propio mundo.
-Espero sea la última vez, o tendrá problemas conmigo.
Dijo Naoya-san, Yuto solo asintió agradeciendo. Después de
que todo fuera acomodado para comenzar con la sesión, todos tomaron sus
respectivos lugares.
Yuto enfoco el rostro de Ryosuke, quien trataba de
concentrarse en hacer bien su trabajo, siguiendo las indicaciones del alto.
-Muy bien, ahora mira hacia la cámara con una sonrisa.
Indicó Yuto, enfocando por completo del rostro del mayor, quedándose
por un instante perdido en Yamada, fijándose por primera vez en su tan hermoso
rostro, captando aquellos penetrantes pero vacíos ojos, que miraban sin emoción
alguna, siguió mirando a través de la cámara, su nariz, sus mejillas ligeramente
rojizas, hasta perderse en sus labios, viniendo a la mente nuevamente lo
sucedido hace no mucho, sintiendo nuevamente esos deliciosos labios sobre los
suyos, sonrojándose al instante al pensar en cómo sabrían sus labios si hubiera
correspondido. Negó rápidamente volviendo a su trabajo, captando el rostro de
Yamada en su cámara, cuanto la envidiaba por tener toda la atención del mayor,
suspiro y con una sonrisa fingida dio por terminado la sesión.
Nuevamente todos felicitaron a Ryosuke, quien se reverencio.
-Muy bien Ryosuke, será mejor que te apresures a cambiar, tenemos
una entrevista en media hora, así que no hay mucho tiempo, anda ve a cambiarte.
-Claro, estaré en unos minutos.-Dicho esto se retiró.
-buen trabajo Nakajima-kun, en verdad eres un profesional.
Exclamo Naoya-san, felicitando a Yuto, quien sonrió haciendo
una reverencia en forma de
agradecimiento.
-.por cierto Nakajima, también vendrá con nosotros.
-¿eh? ¿Yo?
-si usted, necesito que saque fotos cuando Ryosuke este en
la entrevista, así que apresúrese, que en unos minutos nos vamos.
Yuto solo, asintió y comenzó a subir lo necesario a la camioneta
que los llevaría, después de unos minutos por fin todo estuvo acomodado. Yamada
subió y enseguida Yuto a su lado.
Después de que todo estuviera listo, emprendieron al lugar
de la entrevista.
-No quiero que le digas a nadie, de lo que sucedido hace
unas horas.
Dijo de pronto Ryosuke, Yuto lo miro entendiendo a la perfección.
-no se preocupe... pero… sobre lo que sucedió… ¿se encuentra
bien?
-Sí, eso es algo del pasado.
-Entiendo… pero… - Comenzó a jugar con sus dedos, aumentando
en su voz nerviosismo-
Yamada lo observó por unos segundos, como intentando
descifrar lo que estaba a punto de decir
el menor.
-Sobre el beso… yo… -Por fin Yuto hablo.
-eso es algo sin importancia, pudo haber sido otro, el que
hayas sido tú, no cambia nada. Así que olvídalo. Respondió con frialdad.
Y con eso callo a Yuto, quien bajo la mirada decepcionado,
como pudo imaginar que quizá Yamada hubiera sentido algo por él, que idiota.
Solo saco un leve suspiro y desvió la mirada hacia la ventana.
Pronto llegaron al lugar de la entrevista, el primero en
bajar fue Yamada y enseguida Yuto ayudo a bajar lo necesario, al cabo de unos
minutos todo estuvo listo. Yamada fue
admirado por todos los presentes como siempre, camino hasta el lugar de la
entrevista tomando asiento.
Yuto comenzó con su trabajo enfocando a Yamada, capturando
ese bello rostro, desde cuando se había vuelto adicto a observar al castaño.
Pero lo que más le gustaba era cuando sonreía, era realmente el ser más hermoso
del planeta.
Y así dedicándose a capturar hasta la más mínima expresión
de Yamada, hacia su trabajo sintiéndose por primera vez afortunado por ser privilegiado
de tan grande honor.
-Porqué cada que te veo mi corazón late tan fuerte como si
quisiera salirse de mi pecho...
Murmuro Yuto mirando al mayor, quien respondía a cada
pregunta que se le hacía. Después de dos largas horas de trabajo por fin dio
por terminada la entrevista, todos los presentes aplaudieron comenzando
nuevamente a tomar fotografías a Yamada, quien solo sonreía.
-Eso sería todo, Joven Yamada, gracias por darnos la
oportunidad de poder entrevistarlo. Esperamos que su nuevo concierto sea un
éxito-
-así será, gracias. –respondió Ryosuke estrechando la mano
del contrario, después de esa despedida Ryosuke se retiró, subiendo a la
camioneta nuevamente, Yuto también subió y nuevamente el silencio reino, sin en
cambio en Yuto había cambiado algo, porque ahora su corazón latía con rapidez
cada que se encontraba cerca del mayor, y cada que podía lo observa de reojo.
Pronto llegaron nuevamente al estudio, Yamada solo bajo y se
retiró, Yuto saco un pesado suspiro, se despido y se retiró a casa, estaba
demasiado cansado solo quería dormir y perderse en un profundo sueño, quizá
solo de esa forma podría sacar a Yamada de su cabeza.
Así paso rápidamente un mes, en el cual el menor por fin se
dio cuenta de los sentimientos que sentía hacia Yamada.
Desde que Yuto se dio cuenta de sus sentimientos hacia
Yamada, comenzó a cumplir todos sus caprichos sin reproche alguno, al contrarió
trataba de consentirlo, siempre haciendo todo lo que deseara, aguantando sus insultos
que cada vez eran peores.
-Nakajima...
Pero todo tenía un límite y Yuto ya estaba cansado, el solo
hecho de amar al mayor no podía seguir soportando que lo trata de esa forma.
El más alto entro al camerino de Yamada, el cual se
encontraba de espaldas, arreglándose para su concierto.
-Valla ahora llegaste más rápido, has mejorado ya no eres
tan lento. Al menos has dejado la lentitud pero lo inútil aun no, pero bueno
quiero que…
Le dijo Yamada con voz fría, sin dejar de arreglarse, ni
mucho menos verlo a la cara, esto enfado a Yuto interrumpiéndolo al momento que
lo tomaba del brazo y lo giraba bruscamente para que lo mirara.
-Ya no soporto más, solo quería que me viera por lo menos
una vez como alguien importante, pero eso no va a suceder por más que cumpla
todo lo que desee, no entiendo porque me odia tanto! nunca le hecho nada... a
lo contrario cumplo cada uno de sus caprichos, por más mínimos que sean,
incluso intente entenderlo pero no puedo…
Dijo Finalmente Yuto, dejando a Yamada totalmente sin
palabras.
- mi único defecto es amarlo cómo lo hago...
Pronuncio esto último con la voz a punto de quebrarse.
-¿qué dijiste? -Pregunto Yamada incrédulo-
-me gustas!
Grito Yuto con desesperación al momento de dejar que esas
gotas humedecieran su rostro, Yamada rio a carcajadas, mirando a Yuto con fastidio.
-¿Que te gusto? pero que idioteces dices, como porque creerías
que me enamoraría de un idiota como, tu. Jamás quiero que vuelvas a decir tal idiotez.
Yuto sintió cómo si le clavaran un puñal, su mundo de ilusiones
se vinieron abajo, en un abrir y cerrar de ojos su mundo se derrumbó, frente a
la persona que más amaba.
Hizo de sus manos puños, conteniendo nuevamente esas ganas
de llorar nuevamente.
-No se preocupe, no volverá a escuchar nuevamente que de mis
labios salga otra tontería como esa,
yo fui el del error. Olvide lo que le
dije.
Levantó el rostro mirando a Yamada con una mirada que asusto
al mayor, no era ese cálido mirar de hace un rato, esta mirada era fría y podía
sentirse vacía con un poco de dolor. Yamada estaba por arrepentirse de todo lo
que había dicho, pero ya era demasiado tarde cuando trato de reaccionar el
menor ya se había ido.
-Yuto… pero que rayos me pasa, porque siento un dolor aquí.
Susurro Yamada tocándose el pecho, sintiendo como una
lagrima bajaba por su rosto.
****
Después de aquel incidente, Yuto se volvió más distante a
Yamada, dejo de cumplir con lo que le ordenara el mayor, solo iba hacer su
trabajo y se retiraba diciendo que tenía otro trabajo que atender, eran muy
pocas las veces que se encontraba con Ryosuke, y si lo hacían solo cruzaba
pocas palabras, las cuales eran totalmente frías y solo tenían que ver con el
trabajo. Yuto ya no era ese chico que conoció, aquel dulce, tierno, amigable,
carismático, lleno de alegría… aquel que sonreía por nada. Ya no existía más.
Ahora era frio, carecía de emociones, ya no sonreía como antes, y si lo hacía
pero no con Yamada.
-¿Y Nakajima? donde está!
Pregunto Yamada con molestia
-Dijo que por ahora no podía estar con nosotros, porque una
revista ya había solicitado sus servicios.
-¿Que!? Pero él trabaja aquí, no puede irse a la hora que se
le pegué la gana! –Grito Ryosuke con enojo.
-Aquí estoy, no es necesario que grite.
Interrumpió Yuto entrando al estudio, Yamada al ver al alto sintió
un bum en su corazón, no entendía bien pero desde que Yuto había dicho que le
gustaba algo había cambiado, no odia estar tranquilo, extrañaba de sobremanera
al menor.
-Yuto!! Se te olvido esto en el estudio!
-eh... Okamoto-kun… Gracias no se hubiera molestado.
- no es molestia, además me gusta mucho como haces tu
trabajo, me siento bien si tú eres el que me
toma las fotos.
-Eso no es verdad, usted es un gran modelo y hace bien su
trabajo, por eso sale perfecto en las fotos!
Aclaro Yuto con una sonrisa, Yamada observaba todo esto con fastidio
y coraje a la vez, Yuto jamás había sonreído así cuando estaba con él o quizá
sí y nunca lo noto.
-Nakajima-kun!!!! Sabes que odio esperar.
Grito Yamada enojado, Yuto se reverencio.
-disculpe, ahora mismo comenzamos.
Respondió Yuto despidiéndose de Keito, para después
dirigirse a su lugar, para comenzar a ordenar lo que necesitaría.
-valla, así que tú eres el famosísimo Yamada Ryosuke, un
gusto soy Okamoto Keito, tu rival.
-¿Eh? ¿Rival?
-Jajaja es broma, no te asustes Yamada-kun.
-No me gustan las bromas, así que se directo y aclárame lo
que dijiste.
Respondió Yamada con seriedad, Keito sonrió de lado.
-soy modelo al igual que tú, y como sabrás buscamos el
puesto número 1 y estoy seguro que será mío.
Termino por decir, Yamada arqueo una ceja.
-¿eso crees?
-no lo creo, estoy seguro porque sé que lo lograre… en fin
debo retirarme. Nos vemos Yamada-kun… por cierto sabes porque tengo seguro que
ganare, porque tendré a Yuto-kun conmigo.
Dijo esto último regalándole una sonrisa, y sin decir más se
marchó dejando a Yamada en total desconcierto.
-“Tendré a Yuto-kun conmigo”
Resonaron esas últimas palabras en la mente del menor,
molestándose al instante.
-pero que le pasa a ese tipo.-susurro con enfado.-
-Yamada-kun, todo está listo. Dijo Yuto con seriedad,
sacando al mayor de todo el trance, miro a
Yuto por unos instantes,
ruborizándose al momento, sin decir nada desvió la mirada para dirigirse a su
lugar.
Al cabo de unos minutos la sesión comenzó. Yuto enfocaba a
Yamada comenzando con las fotos, teniendo la vaga impresión de que el mayor lo observaba,
pero no tomo importancia, continuando con su trabajo.
Inevitablemente, la mirada de Yamada se desviaba para ver a
Yuto, no sabía por qué pero era inevitable, como si sus ojos pidieran verlo a
cada momento, a cada segundo solo deseaba observarlo.
-Deja de distraerte, Ryosuke. Concéntrate! Concéntrate!- se
dijo mentalmente, haciendo un esfuerzo sobrehumano para poner atención a la
cámara y no a Yuto, pero era inevitable, no podía conseguirlo porque cuando
menos se daba cuenta estaba observándolo. Sin percatarse se formó una torpe
sonrisa en sus labios, con un ligero rubor en las mejillas del mayor.
Medio día pasó y era hora de un merecido descanso para
todos.
-Listo terminamos.-
Indicó Yuto, al momento que todos los presentes sacaban un
suspiro y comenzaban aplaudir.
-Buen trabajo ambos-
Dijo Naoya acercándose a Yuto, y Yamada solo se reverencio,
mirando de reojo al pelinegro.
“¿Qué era lo que realmente causaba Yuto en él? ¿Por qué
sentía esa necesidad de buscarlo siempre con la mirada? ¿Qué era Yuto realmente
para él?
Fue entonces que comenzó a verlo más detalladamente, su
rostro, su nariz, sus ojos expresivos, sus labios, se perdió en ellos, viniendo
a la mente nuevamente ese recuerdo, aquel día cuando beso a Yuto, sintiendo
como si una pequeña descarga eléctrica recorriera su cuerpo, al momento que su
corazón latía aceleradamente. De inmediato sacudió la cabeza, pero siguió
observándolo, mirando su cuello, era tan blanco como la seda, notando unos
cuantos lunares. Acaso abría más de ellos debajo de su ropa.
-ahhhhh… per que cosas piensas Ryosuke.
Movió negativamente la cabeza tiñéndose sus mejillas de rojo
escarlata. Naoya y Yuto solo lo miraban extrañados.
-¿te encuentras bien Yamada-kun?
Pregunto Naoya tocando la frente del menor, este reacciono
asintiendo rápidamente.
-si.
-Bien, el trabajo ya está hecho, debo irme.
Dijo Yuto haciendo una reverencia.
-espera, antes que te vayas quiero que me escojas la mejor
foto para la portada de la revista. Tú eres profesional y estoy seguro que
elegirás la mejor.
Interrumpió Naoya a Yuto, al alto no le quedó otra que
aceptar. Y así fue al estudio para escoger la mejor foto.
Sin que nadie lo notara Yamada siguió a yuto, entro aquel
pequeño estudio acercándose hasta donde el menor, quien estaba observando cada
una de las fotos que le había tomado al mayor.
-¿y bien cuál te parece que es la mejor?
Pregunto Yamada con un poco de nerviosismo, Yuto se
sorprendió de ver allí al menor, pero decidió no tomarle importancia.
-esta es perfecta. Me gusta mucho.
Respondió Yuto con una sonrisa, Yamada se quedó perdido por
unos segundos en esa hermosa sonrisa, aquella que ya no había visto desde hace
mucho, dándose cuenta rápidamente de lo que hacía, desvió la mirada hacia la
foto, quedándose impresionado.
- “en esa foto, lo estaba mirando a el”
Pensó para sí mismo, al momento que sus mejillas nuevamente
se teñían de color rojizo.
-¿porque?-logro preguntar un poco nervioso.
-porque su mirada brilla, su sonrisa es sincera y más que
nada trasmite amor.
-¿eh? ¿Amor?
Esto último dejo a Yamada confuso, Yuto solo asintió.
-bien, creo que esta será.-Dijo Yuto con una sonrisa, estaba
por girarse pero fue detenido por
Yamada.
-¿después de esto a dónde iras?
-a trabajar, tengo una sesión también con Keito-kun.
Al escuchar ese nombre, su humor cambio drásticamente
mirando a Yuto con enfado.
-haz lo que quieras, lárgate con ese idiota.-Elevo la voz
enfadado, girándose para marcharse dejando a Yuto confuso, sin en cambio ya
estaba acostumbrado a los malos tratos del mayor. Saco un pesado suspiro y se
dirigió a donde Naoya. No sin antes tomar una copia de la foto y guardarla en
su cartera.
Debía admitir que a pesar de todo seguía amando a Yamada como el
primer día, se dibujó una sonrisa torpe en su rostro, por ser tan idiota. Sin
nada más que hacer fue entregarla la
foto a Naoya.
Caminó un poco por los alrededores hasta que se detuvo al
fin, estaba cansado, fastidiado y enojado, no le gustaba para nada sentirse
así, necesitaba tranquilizarse.
Tomó asiento en una banca que estaba dentro de la misma
empresa, cerró los ojos y comenzó a relajarse, pero fue inútil, en su mente no
dejó de pensar en Yuto.
-que rayos pasa conmigo… acaso yo estoy enamorado de…
Negó raídamente, no podía ser cierto se juró así mismo jamás
volverse a enamorar, pero entonces porque sentía coraje por Keito, solo era por
rivalidad… o acaso había algo más.
-¿estoy celoso?... ¿pero porque?
Abrió lentamente los ojos, su corazón latía lento pero
fuerte, sentía que algo recorría todo su cuerpo, llegando hasta sus mejillas
las cuales se tiñeron nuevamente de color rosado.
-no puedo negarlo más… estoy enamorado de Yuto.-
Curveo una sonrisa torpe, comenzando a reír a carcajadas,
era tan tonto, por no haber querido aceptar lo que sentía por Yuto. Suspiro más
aliviado al tener aclarado sus sentimientos, ahora el problema era como se lo
diría al menor, a quien hirió por que le confeso sus sentimientos.
-Ryosuke eres un idiota…-Murmuro con pesadez-
Paso rápidamente una semana, en la cual no había visto a
Yuto para nada, era obvio no había sesiones, estaba desesperado, pensaba que se
volvería loco, necesitaba verlo. Miro su móvil e inesperadamente recibió un
mensaje.
-“Yamada-kun, mañana tenemos sesión, por favor se puntual
solo será medio día. Naoya”
Inesperadamente se formó una sonrisa en sus labios, sintiendo
como su corazón latía deprisa, por fin volvería a ver al menor.
El día siguiente llego Yamada se levantó más temprano de lo
normal, estaba nervioso, per debía calmarse. Después de una hora llego a al
estudio entro buscando con la mirada a una sola persona que al parecer no se
encontraba aun-
-valla Yamada-kun es un milagro que hayas llegado más
temprano de lo normal.-
Dijo Naoya acercándose, Yamada sonrió leve.
-es solo que tenía ganas de no dormir mucho.
-ya veo.
Y así Yamada se retiró para irse a poner el vestuario para
la sesión. Al cabo de unos minutos estuvo listo. Salió y allí lo vio, sintiendo
un bum en su corazón, yuto lucia mucho más guapo que de costumbre, esa camisa
blanca un poco desalineada, con ese pantalón negro le quedaban perfectos,
encajando en su tan bien formado cuerpo. Se
ruborizo por unos instantes.
Yuto lo saludo cortésmente, Yamada solo hizo lo mismo, para
así comenzar con la sesión. Por fin al cabo de unas horas esto dio por
terminado, ya que solo era medio día.
-perfecto como siempre.
Dijo Naoya acercándose a donde Yuto, quien solo sonrió.
Yamada también se acercó a donde el menor.
-y bien Nakajima-kun, creo que fue un honor tenerte con
nosotros… es verdad que no me gusta nada el hecho de que nos abandones, pero
quiero decirte que era un gran fotógrafo y que triunfaras.
Dijo Naoya con una sonrisa, dejando a Yamada desconcertado,
de que hablaba. Era como si se despidiera de Yuto.
-muchas gracias Naoya-san, soy feliz de que mi primer
trabajo fuera con usted.-Se reverencio
-¿Qué está pasando?
Pregunto Yamada con desconcierto.
-¿no lo sabias? Bueno solo que Yuto ha sido contratado para
viajar con Okamoto-san, al extranjero, es una gran oportunidad para que Yuto
logre llegar más lejos. Y como su contrato con nosotros finaliza hoy, no puedo
hacer nada más que desearle lo mejor.
Finalizo Naoya con una sonrisa, Yamada sintió su mundo
derrumbarse, Yuto se iba… su Yuto se iba lejos de él.
-Gracias por todo, Yamada-kun me alegra haber trabajado con
usted, siempre será el mejor.
Le dijo Yuto con una sonrisa, Yamada fingió una sonrisa
aunque por dentro se estaba derrumbando.
-debes sentirte orgulloso de haber sido mi fotógrafo, eso
solo te dará más fama. Suerte.
Respondió Yamada, miro por ultimo al pelinegro y se retiró,
Yuto solo lo observo con tristeza, le iba a costar demasiado alejarse de
Ryosuke, pero tenía que hacerlo no solo por progresar sino también para
olvidarlo a él.
Así comenzó a guardar sus cosas, Yamada solo observaba al
menor con insistencia, pero este no le regalaba ni una mirada, porque
necesitaba tanto que el menor notara su presencia, jamás le había interesado
pero todo había cambiado, ya no era el mismo desde que se dio cuanta, que
estaba enamorado de Yuto y que ya no le prestaba atención como antes, que ahora
era frio, y hasta podía decirse que lo ignoraba, y lo peor de todo es que se
iba alejar de él.
Ahora quien tenía la atención del pelinegro, era el idiota
de Keito, pero no podía perder ante él, Yamada siempre había sido mejor que cualquiera
y nadie alejaría a Yuto de su lado, tenía que lograr que no se fuera, haría su
mejor esfuerzo, daría su último intento para que Yuto no se fuese.
Miro a su alrededor, ya todos se había marchado, solo
quedaba Yuto y el.
Suspiro acercándose a donde Yuto se encontraba.
-Nakajima…
-Yamada-kun, no sabía que aún seguía aquí, pensé que ya se
había retirado a su casa, puesto que hoy solo trabajamos medio día.
Le dijo Yuto un poco sorprendido por ver aun al mayor.
-bueno, es que no tengo ganas de ir a casa…
-pero como sabrá ya solo quedamos usted y yo, y bueno yo ya
estaba por irme…
-¿enserió? No lo había notado.-rio con torpeza.
-ya veo, bueno si gusta puede quedarse, yo ya me voy.
-de verdad te iras con Okamoto…
Dijo de pronto Yamada, yuto lo miro un poco confuso y solo respondió.
-sí, ya le había dicho.
-¿y cuando te iras?-
-mañana… en la noche sale el vuelo.-Respondió guardando su
cámara en su maleta.
-mañana es 14… -susurro en voz baja. Pero que fue audible
para Yuto.
-¿pasa algo porque sea 14?
-no, solo es un día que no me trae buenos recuerdos, detesto
ese día. Y parece que lo seguiré detestando.-pronuncio con fastidio. Yuto
quería seguir preguntando pero sabía que Yamada volvería a ser el de siempre, así
que solo opto por quedarse callado, tomo sus cosas-
-Bien, es hora de irme… espero algún día volvernos a
encontrar Yamada-kun- hizo una reverencia, para así girarse.
-Espera no te vayas... yo...- dijo Yamada tomando a Yuto del
brazo.
-¿porque? –Respondió Yuto sin voltear.
-yo…-Yamada no sabía que decir, estaba demasiado nervioso,
pero si no le decía ahora lo que sentía, después sería demasiado tarde.
-Porque no quieres que me valla, si no soy nada para ti.
–Interrumpió Yuto con fastidio.
-porque me di cuenta que..
-¿qué? ¿qué? que quiere utilizarme, no eso si no voy a permitirlo
por mas que te haya amado, no
volveré a
caer.
Yamada se quedó sin aliento al escuchar la forma en que
Nakajima le había hablado.
-porque no solo dices que ahora te gusta Okamoto-susurro con
voz débil, perfectamente escuchado por el alto quien se giró, soltándose
bruscamente del agarre del mayor.
-¿y si así fuera qué? –Respondió Yuto con frialdad.
-entonces lárgate con él. Vete! yo no necesito de ti ni de
nadie, ambos son idiotas.
Yuto lo tomo por ambas muñecas y se fue acercando más y más
a Yamada hasta que este se tropezó cayendo al piso. El más alto estaba sobre el
mirándolo fijamente. Un silencio incomodo se formó, los ojos de Ryosuke no
querían enfrentar a los de Yuto… sabía que si lo hacía se volvería a sentir
igual de débil que en el momento en que le sonrió.
-Con esto te devolveré lo que me diste hace tiempo…
Tomo suavemente de la nuca a Yamada y lo acerco hasta su
rostro. El mayor sintió el roce de sus labios y se sintió aterrorizado, pero su
cuerpo no reaccionaba, simplemente cerró los ojos y paso Yuto unió sus labios, pero esta vez
Yamada correspondió. Yuto se sorprendió pero no deseaba parar al contrario, el
sabor que estaba probado era único. Era un beso dulce, tierno, pero más que
nada lleno de muchas emociones, sentía como su corazón latía de prisa, solo
continúo saboreando el dulce sabor de esos labios.
Bajó su rostro al cuello del otro, aspirando su aroma, y
rozando con sus labios al hacerlo. Yamada jadeó al sentirlo, y cerró los ojos
con fuerza. Yuto besaba su cuello, con delicadeza, succionando como si
estuviera devorando el platillo más delicado en el mundo. Pero nuevamente aquel
recuerdo penetro en la mente de menor, recordando sus palabras. Se acercó
nuevamente a sus labios besándolo por última vez.
-Alguien me espera… adiós Yamada-kun. Susurro Yuto
separándose, Yamada lo miro atónito.
-¿que? Pero yo pensé que…
-no me diga, que se ha enamorado de mí. -Sonrió con burla.
-¿enamórame? ¿De ti?... no digas estupideces. Mintió, porque
le costaba tanto decirle sus sentimientos, porque no era sincero.-Lo empujo a
un lado y se levantó.
Yuto empuño sus manos, levantándose también.
-basta!! Esto se acabó… de lo único que me alegro es que no
te volveré a soportar.
Yuto elevo la voz con enojo, sintiéndose arrepentido por lo
que había dicho.
Yamada sintió su pecho doler, sabía que solo era un estorbo
en la vida de los demás, que todos solo deseaban herirlo sabía que no tenía que
abrir su corazón nuevamente, pero no hizo caso y nuevamente salió lastimado, quería
llorar, desaparecer allí mismo... pero eso era imposible.
-entiendo... se feliz.
Murmuro esto último en un hilo de voz, sin esperar
respuesta, salió corriendo, Yuto quería pedirle perdón, se sentía sumamente arrepentido,
pero lo pensó más y creyó que era lo mejor. Cayendo de rodillas llorando en silencio
es lo único que hizo.
Yamada tomo asiento en una vieja banca, dejando que esas
gotas salinas arruinaran su rostro, sintiendo como su corazón se estrujaba, era
la primera vez que sentía algo como eso. Así era como se sentía el amor…
comenzó a recordar como conoció a Yuto, cada momento, y por fin se dio cuenta
de lo cruel que había sido con él, todo era culpa suya de que el menor ya no lo
amara.
-Yuto… ¿puedo dejarte ir?… no cuando me odias…
Murmuro llorando en silencio, definitivamente tendría que
pedirle perdón antes de que se fuera, aunque fuese lo último que hiciera.
-14 de febrero
actual-
Caminaba por las calles, le dieron el día libre suspiro
mirando como aquellas calles lucían demasiado cursis al ser adornadas con
corazones y osos.
-Que horrible...
Susurro para después entrar a un súper. Allí habían varias
personas en su mayoría eran chicas, llenándose de cosas para sus famosos
postres, suspiro y tomo un carrito para comenzar a escoger lo necesario para
alimentarse. Caminaba por los pasillos de pronto sin querer escucho a dos chicas platicando, no le interesaba pero
sus comentarios le llamaron la atención. Ambas compraban unas cajas de
chocolate en forma de corazón.
-sí, con esto le diré que me gusta...
Susurro aquella chica ruborizada.
-espero seas correspondida amiga… yo se los daré en forma de
disculpa y amor.
Le dijo la otra chica, ambas sonrieron y siguieron con sus
compras.
Yamada realmente ya ni recordaba que significaba ese día, a
Daiki jamás le dio chocolates, observo por un momento aquellos chocolates en
forma de corazón.
-es una muestra de que me gusta alguien… -tomo una caja y
solo pensó en Yuto.
-quizá este sea lo último que hare.- Sonrió y se dirigió a
caja.
Tenía que llegar rápido o no alcanzaría a Yuto, corría lo
mas rápido que sus pies se lo permitían, entro lo mas rápido al estudio donde
trabajaba Okamoto, seguramente allí estaría el menor.
Por fin después de una gran búsqueda encontró a Yuto, el
cual estaba ayudando a empacar al parecer eran las cosas de Keito, sonrió como
tonto al ver nuevamente aquel hermoso chico. De pronto oyó las voces de las
trabajadoras y se escondió tras una cortina.
-¿Nakajima-kun, para quien son esos chocolates? pregunto una
de las trabajadoras acercándose al menor, quien sonrió nerviosamente.
-bueno son para...
-ay que hermoso, son para tu novia.-Interrumpió una de as
chicas
-Qué envidia, Yuto kun es muy lindo.
Dijo la otra chica, Yamada observo la pequeña bolsa que
estaba a un lado del menor.
-bueno... son...
-son para mí.
Dijo Keito entrado, Yuto sonrió aliviado porque Keito lo
salvara de esas dos chicas.
-ya veo.
Dijeron ambas y con decepción se marcharon.
Yuto sonrió aliviado, Keito le dio leves palmaditas.
-ya está todo listo, el auto estará afuera en unos minutos
para llevarnos al aeropuerto..
-entiendo ahora acomodo todo.
-estaré esperando por los chocolates. Y así Keito se retiró.
Yuto solo sonrió y acabo de empacar. Yamada que había
escuchado todo, sintió su corazón doler, sintiendo cómo lagrimas bajaban.
-el ya tiene alguien...
Susurró cayendo de rodillas al comenzando a llorar, su mundo
se derrumbó.
Yuto guardo todo, escuchando el silbido del auto, sonrió y
comenzó alejarse pero un suave sollozo lo detuvo, dejo las maletas en la entrada para dirigirse
a ver de dónde provenía, quedándose paralizado al ver a Yamada, sintió su pecho
doler al ver al mayor en ese estado. Viendo a Yamada en el suelo llorando.
-Yamada…-murmuro con labios temblorosos, se encogió hasta
estar a la altura del mayor, quien aún
seguía con los ojos cerrados derramando
lágrimas.
-Yamada…-lo llamo casi silente, mordiendo sus labios al
intentar retener alguna clase de sollozo, por que nuevamente se mostraba débil
ante Ryosuke, lo que menos quería era ver llorar a la persona que más a amaba.
-¿Yamada-kun que haces aquí?
Yamada abrió los ojos, al escuchar esa hermosa voz,
sintiendo unas manos limpiar las lágrimas que caían por su rostro.
-yo...
Escondió la pequeña bolsa con chocolates tras su espalda,
desviando la mirada.
-vine a ver a Okamoto.
-entiendo, lo iré a llamar.
Respondió el menor poniéndose de pie, se giro estaba por
comenzar a caminar pero unos pequeños brazos lo impidieron rodeando su cintura,
sintiendo un peso extra sobre su espalda.
-Yuto…
Nuevamente las lágrimas rodaron ya sin intención de
detenerlas, ¿para qué ocultar más?, su fuerza se había acabado, había intentado
ser fuerte todo este tiempo pero se había cansado, sus sentimientos no
cambiarían nunca, su amor por ese chico no desaparecía y sabía que merecía ser
tratado así, porque él había sido una peor persona cuando Yuto le dijo su amor
desde el primer momento casi rogando por su amor, pero no quería que nadie
volviera a lastimarlo.
El menor, se quedó en silencio… era la primera vez que le
llamaba Yuto, no sabría descifrar con exactitud la cantidad de emociones que lo
invadieron, el simple hecho de que Yamada lo llamara así hacia que su barrera
se destruyera, pero no dijo nada solo quiso escuchar la mayor.
-no te vayas… -susurro abrazando con más fuerza al alto.
-¿porque?- Pregunto Yuto tratando de sonar firme.
-… no quiero perderte…- Esas palabras fueron el desborde de
un sinfín de emociones en Yuto, sintió su mundo brillar, pero no quería dejarse
atrapar nuevamente necesitaba que Yamada no estuviera jugando con él.
-¿perderme?... de que hablas, si no hay nada entre nosotros.
-eso lo se… pero yo me enamore de ti…- finalizo Yamada en un
susurro, esto dejo a Yuto sin palabras. El que Ryosuke le haya dicho eso o hizo
realmente feliz, pero y si solo jugaba con él. Que importaba solo se dejaría
guiar por sus sentimientos, no importaba si después se arrepentía.
El silencio se formó, Yamada se sintió rechazado al mismo
tiempo que se separaba del cuerpo del menor.
-lo siento… a veces suelo ser torpe, sin en cambio entiendo
que me odies. Ten buen viaje.- Dijo
Yamada conteniendo las ganas de llorar,
Yuto se giró mirando a Ryosuke quien aún tenía la mirada hacia el suelo.
-así como si nada hubiera pasado me dejaras ir… acabas de
quitarme mucho tiempo-Pregunto Yuto cruzándose de brazos, Yamada alzo la mirada
sin entender.
-lo siento… ya me iba. Adiós Nakajima-Kun-Dijo Yamada
desviando la mirada con rapidez, al momento que pasaba a un lado del menor.
-fue más lindo cuando me llamaste por mi nombre… ah ¿esto es
para mí?
Dijo Yuto quitándole de las manos a Yamada la pequeña
bolsita, al momento que paso a su lado.
-espera… eso es mío.-
Dijo Yamada avergonzándose al momento que trataba de
quitarle la bolsa al menor, solo quería alejarse y Yuto le salía con esto, sin
darse cuenta tropezó cayendo en los brazos del menor, quien solo lo abrazo con
fuerza.
-crees que después de decirme aquello, te iba a dejar ir tan
fácil-
Ryosuke se abrazar sintiendo el calor que emitía el cuerpo
del alto, su aroma, ese latido desenfrenado de su corazón, con un temblor
evidente logro rodear la cintura del menor con sus brazos hundiendo su mejilla
en su pecho.
-Yuto… no quiero que te vayas…
-No lo hare porque aun te sigo amando- Junto su frente con
la de Yamada, quien sintió su corazón latir al escuchar esas dos pequeñas
palabritas, sin que Yuto se lo esperara lo beso, rodeando su cuello,
Yuto solo
correspondió tomándolo por la cintura para profundizar aquel bello y dulce
contacto.
Keito entro mirando esta escena, no se sorprendió mucho.
-idiotas… al menos sean discretos..- susurro con una
sonrisa, sin hacer ruido tomo las maletas y
salió.-
-se feliz Yuto-kun. Susurro subiéndose al auto.
-Te amo Yuto.- Susurro sobre los labios de este, Yuto solo
sonríe depositando un beso sobre su frente-
-Yo mucho más- Hizo un puchero, y miro el contenido de la
bolsita.
-¿chocolates? Ah ¿los hiciste tú?-Pregunto Yuto con emoción.
-no, solo los compre.- Rio Yamada leve. –Por cierto ¿eso no
era para Keito?-Pregunto Yamada dirigiéndose hacia donde estaba la bolsita.
-bueno no exactamente..- Murmuró nervioso, Yamada abrió la
bolsita sacando un chocolate grande en forma de corazón, que decía con letras
un poco malformadas.
“RYOSUKE TE AMO” –esto ocasionó en Yamada una inmensa
felicidad, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.
-¿pasa algo? Hmmm ¿no te gusto?
-las letras están mal formadas.-Rio Yamada.
-oye, al menos yo si lo hice.-
-gracias Yuto por tu amor.- Le respondió Yamada abrazándolo
con fuerza-
-no me agradezcas. Correspondió atrapando sus labios en un
corto beso.
-Y como pensabas dármelo. Pregunto con curiosidad-
-hmmm se lo pensaba dar a Naoya-san para que te los
entregara, pero me alegra entregártelos personalmente.
Dijo Yuto con una sonrisa, abrazando de vuelta al mayor,
eran tan cálido estar en sus brazos que no quería por nada del mundo que
acabara ese momento, definitivamente lo amaba demasiado.
-es verdad, ¿acaso aun vas a ir..?- Pregunto Yamada con
timidez.
-no… pero Oh Keito, lo había olvidado por completo…- miro
hacia donde las maletas pero ya no habia nada, de pronto su celular comenzó a
vibrar.
“Me debes una, jajaja espero verte pronto Yuto-kun, te deseo
lo mejor. Se feliz. Por cierto no vallas hacer nada en el estudio, y si lo
haces al menos cierra la puerta con seguro, espero Yamada te sepa cuidar, nos
vemos pronto Att: Keito.” Leyó el mensaje al momento que se dibujaba una
sonrisa en su rostro.
-¿que te dijo? Pregunto Yamada con curiosidad.
-que cierre con seguro la puerta, para tener mas intimidad.
Yamada se ruborizo, Yuto solo sonrio atrayéndolo nuevamente
a su cuerpo.
-como no preparaste un chocolate para mí, te quiero comer a
ti.
Esto hizo que las mejillas de Yamada se tiñeran a un rojo
vivo.
-per… pero que dices… pervertido.
-nunca dije en que forma, pero pensándola bien seria
delicioso si tu fueras mi chocolate, disfrutaría cada parte, lamiendo hasta la
más mínima parte…
-oye! –un leve golpe sobre la cabeza del menor no se hizo
esperar, oyéndose el quejido del menor, pero que cosas pasaban por la mente de
Yuto.
-entonces me dejaras con las ganas… - Yamada rolo los ojos,
se giró y comenzó a ir en dirección contraria.
-supongo que si… ahh espera Yama-chan no seas tan malo.-
Yamada sonrió, sintiéndose por primera vez el ser más feliz
del mundo, por tener el amor de Yuto para él. Ahora si podía presumir que tenía
alguien a su lado, no tendría por qué volver a odiar el 14 puesto que le trajo
mucha dicha, y todo gracias a el amor de Yuto volvió a creer en ese tan hermoso sentimiento,
ya habría más y más san valentines juntos, pero no solo ese día porque una
larga vida lo esperaba para seguir demostrando todo su amor.
Ese día acabo con la oscuridad de la noche, en aquel estudio
donde lo último que se escucho fue el seguro de la puerta, las luces se
apagaron y el sonido de placenteros gemidos se oyeron por todo el lugar,
inundado por un delicioso aroma a chocolate combinado con fresa… nadie sabía
que allí mismo el amor estaba reinando entre Yuto Nakajima y Yamada Ryosuke.
Fin-
Espero les haya gustado :3 Perdon por las faltas ortograficas :v